
VESTIR LA MANTILLA
La mantilla, debe contar con el largo adecuado a nuestra altura y debe colocarse bien centrada y "equilibrada".
Es poco elegante (incluso feo) ver mantillas torcidas que dan la impresión de un poco de dejadez.
Dicen los estilistas, que un truco para hacer una buena sujeción y con suficiente "holgura", es ladear la cabeza al lado izquierdo, y sujetar la mantilla del hombro derecho y viceversa (ladear la cabeza hacia la derecha y sujetar la mantilla en el hombro izquierdo).
En cuanto a la peineta debe elegirse una de tamaño adecuado a nuestro tamaño y el de la mantilla, y ajustarla bien al moño, cubriéndola de forma correcta con la mantilla y bien centrada.
La mantilla debe cubrir bien la peineta y estar "equilibrada", es decir, tener la misma caída por ambos lados.
Para la Semana Santa: Hay que vestir mantilla negra, con peineta y vestido negro, por debajo de las rodillas.
Una muestra de recogimiento, más que de luto.
Complementos, pocos y sobrios. Nada de flores o notas de color en el vestuario.
Hasta el Domingo de Resurrección la mantilla debe tapar todo nuestro pelo colgando hasta la frente.
