
HISTORIA
Queda un tanto lejos la fundación de la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad; fue en el año 1.926 cuando un grupo de hombres se reunieron en Chinchilla con la finalidad de honrar a la Madre de Dios en “Soledad”; y en 1928, fueron realizados los primeros estatutos.
Los antiguos hermanos de la Soledad, vestían túnica negra, con faja blanca y capuz negro sin capirote, doblado sobre el lado izquierdo.
La Cofradía de la Soledad fuimos los primeros en desfilar acompañados por una Banda de Cornetas y Tambores.
Con la IIª República, en 1936, esta cofadría como tantas otras, se tuvo que disolver.
Fue en el año 1954 cuando se refundó la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad, año en el cuál se realizó su Acta de Erección Canónica y unos nuevos Estatutos.
Volvimos a ser participes de la Semana Santa Chinchillana en 1955. Procesionando con nuestro emblemático color negro y ya portando desde entonces y hasta hoy, como representación de la simbología de la Pasión de Jesucristo, la Cruz Guia.
Hoy, en el siglo XXI, y prontos a cumplir los 100 años desde la Fundación, los principios básicos de la Cofradía siguen siendo los mismos: Amor por su Madre y por sus colores y, año tras año, consolidar una serie de valores inherentes a todos nosotros: participación, entendimiento, comprensión, respeto, elegancia, trabajo, acercamiento, acogimiento y hermandad.
Te invitamos a saber más en nuestro libro conmemoratorio del 50 Aniversario de la refundación.

"Los tambores no redoblan, las trompetas ya no suenan
el silencio es inminente, la Virgen se queda quieta
y escucha desde su trono, a la que canta esta saeta:
Virgen de la Soledad,
triste y llorosa caminas,
tus lágrimas son las perlas,
que a todo el mundo iluminan.
Ay, cuan grande es tu dolor
que pena te da la muerte
del Divino Redentor."
Primera saeta que se le cantó a la Virgen de la Soledad.
Por voz de Dña. Nieves Rodriguez Yáñez.
